Para saber cuándo un CSE puede ser expedido, hay que saber cuál es su finalidad. Así, la finalidad del CSE es ser utilizado en otro Estado miembro que ha adoptado el Reglamento, para evocar una cualidad, ejercer un derecho o una facultad. Por lo tanto, expedirlo para ser utilizado en un solo Estado miembro carece de utilidad, ya que los trámites internos clásicos siguen siendo suficientes (article 63).
El CSE sirve para probar en otro Estado miembro que ha adoptado el Reglamento
La cualidad de cada causahabiente (herederos y legatarios), con las cuotas hereditarias que le corresponden,
La atribución de uno o varios bienes concretos,
las facultades de la persona que ejecuta el testamento o administra la herencia.
La autoridad expedidora debe comprobar siempre la realidad de esta finalidad antes de expedir el CSE.