¿Por qué elegir una ley aplicable?

Varias razones pueden llevarnos a elegir una ley aplicable

Prever la sucesión: seguridad y previsibilidad de las soluciones

En primer lugar, la designación de la ley fortalece lo que se prevé para la sucesión: una persona no solo podrá realizar las operaciones jurídicas en vistas a preparar su sucesión, sino que también garantizará la validez de sus acciones al elegir la ley aplicable a su sucesión.

Se trata de un mecanismo que refuerza la seguridad jurídica y por la tanto la previsibilidad de las soluciones.

La estabilidad de la ley aplicable

En segundo lugar, la designación de la ley nacional tiene la ventaja de la estabilidad, ya que el cambio de residencia no afectará a la ley aplicable a la administración de la sucesión.

En su defecto, cada vez que se cambie de residencia habría que informarse sobre las normas de sucesión en el Estado.

Unicidad de la ley aplicable en las cuestiones adyacentes a la sucesión

En tercer lugar, la designación de la ley supone la unicidad de la ley aplicable en las cuestiones adyacentes a la sucesión, sobre todo en el régimen económico matrimonial, el divorcio o las liberalidades consentidas entre los cónyuges.

Así, en el momento en el que cierto número de instrumentos europeos, en particular Roma I sobre las liberalidades o Roma III sobre el divorcio, permite elegir su ley nacional, al elegir igualmente la ley nacional como ley aplicable a la sucesión, conlleva que una misma ley sea aplicable al conjuno de las cuestiones.